Me llamo Natalia y tengo 40 años. Me gustaría escribir mi testimonio por si con él, puedo ayudar a alguna mujer que esté pasando por una situación semejante a la que yo he vivido.
A los 37 años me quedé embarazada por primera vez. Ya os podéis imaginar la ilusión y la alegría con la que mi pareja y yo recibimos tan grata noticia. Pero poco nos duró está felicidad, ya que a las 8 semanas el corazón de mi bebé se paró de un día para otro. Fue muy duro, pero te consuela que los médicos te digan que es muy normal que esto pase, la próxima vez no tiene por qué volver a ocurrir, en poco tiempo te volverás a quedar embarazada…y cuando me recuperé tanto física como psicológicamente de esta pérdida de nuevo fui con ilusión a por otro bebé. Pero aquí comenzó todo mi calvario, ya que el tiempo pasaba y el embarazo no llegaba.
Fue entonces cuando empezamos a acudir a médicos, a clínicas de fertilidad, y por supuesto a hacernos mil pruebas mi pareja y yo y a gastarnos un sinfín de dinero que ni teníamos. Con toda la frialdad del mundo, el pronóstico que nos dieron fue de todo menos alentador. De manera natural no era posible ser madre, ya que mi reserva ovárica era muy reducida, los pocos óvulos que tenía genéticamente estaban mal y los espermatozoides de mi pareja no eran válidos ni por su calidad ni cantidad. Nuestra única opción era la fecundación invitro.
A pesar de lo duro de esta noticia, teníamos tantas ganas de tener un hijito que tiramos para adelante y nos metimos de lleno en el mundo de las clínicas de fertilidad. Y a partir de ahí, los siguientes tres años fueron de mal en peor. Numerosos intentos fallidos de invitro y otros tanto logando embarazo, pero dando lugar a abortos nuevamente.
La energía, ganas y la ilusión con la que empecé todo este proceso se fue desvaneciendo poco a poco. Cada día estaba más hundida, deprimida y sin ganas de nada. En mi cabeza sólo existía la idea de que nunca podría ser madre.
Sin ninguna esperanza, acudí a Almudena Casado, ya que me habían hablado maravillas de ella y no tenía nada que perder, y os puedo asegurar que solo me hizo falta una sesión con ella para cambiarme la vida por completo. No os voy a mentir, en esa sesión hubo momentos que lo pasé mal, ya que lloré mucho porque reviví todos mis abortos, mis fracasos, mi lucha por conseguir ser madre…pero ahí estaba la clave. Yo me había quedado anclada en estos recuerdos que no me hacían avanzar. Yo jamás iba a `poder ser madre porque en mi cabeza era la idea que tenía. Almudena me ayudó a cambiar esa manera de pensar, cambió mi mente por
completo, la manera de ver las cosas me ayudó a dejar atrás todos los malos pensamientos, a superarlos y a avanzar, pensar en positivo, sentir que realmente iba a ser madre y que lo iba a conseguir.
No os puedo explicar lo que se siente en sus sesiones porque hay que vivirlo y experimentarlo, solo os puedo decir que salí de allí como una persona nueva, una mentalidad diferente y un convencimiento pleno de que lo iba a conseguir. El final de esta historia es que al mes me quedé embarazada de manera natural. El embarazo va estupendo en poco tiempo daré a luz y podré ver la cara de mi pequeña.
No tengo palabras para agradecer a Almudena todo lo que hizo por mí, y me gustaría que pudiera ayudar a otras muchas mujeres a conseguir su sueño.